En la escena referida de Una mente
maravillosa se encuentra una escena que nos ayuda distinguir la
diferencia entre solución y problema así como sus ventajas.
Después de ver la escena podemos
preguntarnos ¿cuál es el problema? El problema no es dejar las ventanas
abiertas o dejar las ventanas cerradas. El problema de la escena no está en que
haya ruido o que haga calor. El problema está en las personas, no en
las cosas ni en las situaciones. Las personas que hay en la clase
tienen calor o las personas que hay en la clase sienten molestias con el ruido.
Las cosas o las situaciones en sí mismas, no son un problema. Sólo las
personas tienen problemas. Como dice Pablo Carstens Madero "Sólo los
perros callejeros no tienen dueño. Los problemas sí.”
Si a la hora de solucionar un problema sólo
prestamos atención a la solución, nos daremos cuenta de que podemos discutir
sobre la solución sin llegar a buen puerto. En este caso, se puede discutir
sobre si mantener las ventanas abiertas o cerradas. Pero si pensamos de manera
abierta y nos concentramos en conocer el problema, veremos que surgen muchas
otras posibilidades. Así, al concentrarnos en el problema y saber cuál es de
verdad su naturaleza, podemos ver muchas otras soluciones. En la película, el
problema no está, como hemos dicho, en que haya calor o haya ruido. El problema
está en que a los alumnos les molesta el calor y el profesor le molesta el
ruido. Por tanto, se trata de articular una solución que solucione el problema
de ambas, no el de sólo una parte. Entonces, la solución para este caso
consiste en buscar la solución fuera del aula. Como dice el propio personaje
interpretado por Russel Crowe: “en el cálculo multivariable, a menudo, hay
más de una solución para un único problema”