jueves, 10 de diciembre de 2015

LLEVA UN SOMBRERO BLANCO



Cuando tengas que debatir intenta llevar un sombrero blanco. Cuando yo era pequeño, el chico bueno en las películas de vaqueros siempre llevaba un sombrero blanco. el malo llevaba uno negro. el público animaba al chico bueno y abucheaba al malo.


El debate es un juego de persuasión y no juego de lógica. La lógica, tiene su parte, pero la victoria va al debatiente que mejor persuade al jurado. Los jueces toman decisiones por razones curiosas. Por eso hay tantas decisiones no unánimes en torneos de debate. Algunos jueces simplemente prefieren un debatiente al otro. Cuando estudiamos la lógica de los argumentos y aplicamos esta a nuestro discurso, deberíamos enfatizar el ethos a la hora de planificar y a la hora de reclamar esos argumentos.

¿Qué es el ethos? Aristóteles lo describe en términos de las cualidades persuasivas más que aquellas que tienen que ver con el argumento en sí. Si vemos al orador como alguien con conocimiento, con confianza, moral, en resumen, como el chico bueno que lleva el sombrero blanco, es muy probable que nos persuada. Las audiencias y los jurados rechazan a menudo argumentos poderosos hechos por oradores que no gustan. Así que los debatientes quedan advertidos de desarrollar argumentos y estilos de comunicación calculados para gustar a las audiencias. Los entrenadores deberían enfatizar el ethos en cada aspecto de un entrenamiento de debate.

¿Cómo consigues el Ethos? El ethos puede ser parte de casi todos los aspectos del proceso de debate. Cuando se desarrolla un caso a favor o una posición en contra, a menudo tienes un amplio rango de posibilidades. Esto es especialmente importante en cualquier preparación limitada para cualquier formato de debate. Si resulta que tu jurado te resulta familiar puedes intentar mantener en mente sus preferencias y parcialidades durante el proceso de planificación y hacer lo mejor que puedas con un caso que les haga ver que eres el chico bueno. Si no sabes nada sobre el próximo jurado, puedes imaginar al tipo de jurado que Perelmann llama “audiencia universal”, basándote en tu experiencia general del torneo. No siempre vas a tener la razón en tu análisis, pero estadísticamente esto te va a dar tus mejores posibilidades para ganar. Si conoces la filosofía conservadora de tu jurado, evita presentar parcialidades liberales en tu caso y viceversa. La audiencia no sabe qué desatiente está llevando el sombrero blanco hasta que empiezan a hablar. Y lo que para un juez es un héroe, para otro puede ser el malo. Pero si tienes este problema en la cabeza y haces lo mejor que puedas, tienes posibilidades de victoria.

También desarrollas el ethos al elegir argumentos y evidencias. Con esto quiero decir algo distinto a la elección del caso mencionado antes. Las personas pueden apoyar la misma posición por razones distintas. Es bueno presentar un caso que la audiencia pueda aceptar, pero es mejor apoyar tu caso con argumentos, evidencias y fuentes que tu audiencia respete. Los jueces generalmente estarán más impresionados con una cita de Gandhi, que una que dice la misma cosa, tomada de Hitler. Enseñar a tus estudiantes a ajustar su retórica y su audiencia debería ser una meta educativa crítica en cualquier programa de debate.

También puedes proyectar el ethos en tu aspecto personal y forma de hablar. La apariencia puede ser importante. ¿Como se viste el chico bueno del sombrero blanco? Depende del auditorio. Conozco a una gran cantidad de debatientes experimentados, al menos en los Estados Unidos, que parece que lo toman como una cuestión personal y como un privilegio el vestir tan pobremente como puedan. Y hay muchos jurados, al menos en sus circuitos de debate, que miran muy cuidadosamente o incluso desaprueban esto. Pero en la mayor parte de los circuitos de debate y frente de la gran mayoría de audiencias del mundo real, una apariencia respetable ayuda. Mi sospecha personal es que la mayoría de los debatientes senior descuidados ganan a pesar de su apariencia, más que por causa de ella. Y a la mayoría de los jueces que no les gusta su estilo y votan contra ellos no admitirán esa apariencia como un factor. Y en mi opinión esto es desafortunado porque envía el mensaje equivocado.

Finalmente proyectas el ethos en tu elección del lenguaje, tono de voz, expresiones faciales, lenguaje corporal, gestos, etc. En otras palabras, tu estilo de presentación y tu verbalidad también pueden crear una impresión poderosa de que estás llevando el sombrero blanco o el negro en el debate. Esto puede ser especialmente evidente durante el examen cruzado cuando se interrumpe a un orador para hacer una pregunta o para molestar al otro con una pregunta. ¿Qué les parece tu interacción a la audiencia? ¿Proyecto una imagen del chico bueno enfrentándose al malo? ¿ O tus interacciones de debate recuerdan a dos perros enfadados gruñéndose el uno al otro? Creo que los buenos entrenadores de DEBATE les dicen a sus debatientes que estén contentos cuando su oponente sea desagradable. Cuanto más desagradable se pongan, más fácil es ser el chico bueno.  Así que recuerda siempre enfatizar el ethos. No estoy sugiriendo que ignores a la lógica (logos) o el valor de la pasión (pathos) en un debate. Simplemente asegúrate de que tú y tus estudiantes siempre intentáis llevar el sombrero blanco. Y ojalá que todas tus experiencias de debate sean grandes experiencias de aprendizaje.
Para más información: alancirlin@blugrupo.com.


El doctor Alan Cirlin es profesor de teoría de la comunicación y debate en la St. Mary University de San Antonio (Texas – Estados Unidos). También ha sido director del MRI (Motivational Research Insitute) y es una de la mayores autoridades en debate y oratoria en Norteamérica y editor asociado del International Forensics Journal. Cirlin tiene más de 42 años de experiencia docente en comunicación y debate y ha sido cinco veces mejor Coach del año por el International Public Debate Association (IPDA). Para saber más de la obra de Alan Cirlin,  de venta en castellano:

ENSEÑAR Y APRENDER A DEBATIR
CADA MOMENTO CUENTA

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