Tu Marca Personal, esa que define quién eres, ¿es la clave para convertirte en un profesional que deja huella?
¿UNA NUEVA MODA?
Cada cierto tiempo, aparecen conceptos de moda en el mundo del management
y de la gestión de empresas que suelen ocupar lugares destacados de
artículos, blogs y prensa especializada. Bajo la etiqueta de
“tendencias”, estos conceptos suelen ser un reclamo para todo tipo de
profesionales que se autocalifican como innovadores y que despliegan una
importante oferta de servicios alrededor de ellos. En muchos casos, se trata del mismo “perro con distinto collar” y
dichos conceptos suelen desinflarse con la misma rapidez con la que
aparecen otros nuevos.
En este contexto, pudiera pensarse que el concepto: “Marca Personal”
es otro, de tantos, que pudiera estar de moda y que es utilizado en la
actualidad de manera masiva. Nada más lejos de la realidad. El actual paradigma profesional ha cambiado por completo las reglas
del juego. Nos encontramos en un escenario con un mercado laboral con
altas cifras de desempleo y un tejido empresarial en clara tendencia al
trabajo en red a través de profesionales independientes y colaboradores externos orientados
a proyectos. Este entorno, turbulento y cambiante, exige a los
profesionales ser identificados, ser reconocibles en el mercado, ser la
opción preferente. En definitiva, contar con una Marca Personal sólida y creíble. Hoy por hoy, formar parte de una inmensa masa de profesionales y no
contar con nada “especial”, equivale a estar en “tierra de nadie”, o, lo
que es lo mismo, a ser uno más, sin más. Esta situación exige a todos
los profesionales contar con algún tipo de habilidad singular. Ser
especialmente buenos en algo. De lo contrario…
Esta perspectiva genera en las personas cierto pánico ante esta nueva
forma de interrelacionarse y de generar ingresos, pero, al mismo
tiempo, es una fantástica oportunidad para tener una vida más plena, más
interesante. Es una oportunidad para conocer a muchas más personas,
trabajar en entornos más diversos y generar proyectos más creativos y
variados.
Si te preguntas si generar una potente Marca Personal en tu entorno
profesional puede ser un valor a tu favor, la respuesta es:
Absolutamente, sí.
¿QUÉ ES LA MARCA PERSONAL Y CUÁL ES SU OBJETIVO?
Una Marca Personal es, sencillamente, la huella que dejamos en nuestra forma de hacer las cosas. Es una forma singular de hacer, de comportarse, de ser quien somos.
Cuando, como profesionales, conectamos con nuestros valores y
propósitos, y somos capaces de poner nuestros talentos y capacidades al
servicio de dichos propósitos, nos mostramos como personas auténticas.
Personas que brillan con luz propia, que tienen voz y en las que se
puede confiar. En un escenario tan convulso como el descrito, los profesionales más valorados, dentro y fuera de las organizaciones, son aquellos a los que se identifica, a los que se ve y percibe como más colaborativos y útiles, más auténticos y naturales.
Aquellos que aportan un valor diferencial y generan credibilidad. Una
credibilidad ganada con el paso del tiempo y el logro de proyectos
llevados a cabo a lo largo de su trayectoria. Si la Marca Personal no es sino la huella que dejamos en el resto, podemos afirmar que todos tenemos nuestra propia Marca Personal, sólo que algunas personas la tienen más trabajada y orientada a objetivos concretos. Definitivamente, el objetivo de una Marca Personal es ser reconocidos, elegidos y recordados, por encima del resto, en un área profesional concreta. Ello conlleva trabajarla de manera consciente a través de los diferentes elementos que la componen.
Para conocer los elementos nucleares de una marca personal utilizaremos la siguiente fórmula:
Como puedes apreciar, la fórmula refleja siete variables. Asimismo, hay dos bloques diferenciados. El primero hace referencia a lo que hemos denominado elementos esenciales y el segundo a elementos de apoyo. Veamos qué representa cada variable:
ELEMENTOS ESENCIALES
Comenzamos con el primer bloque. Les llamamos esenciales, pues tienen que ver con aspectos verdaderamente íntimos y personales.
Comenzamos con el primer bloque. Les llamamos esenciales, pues tienen que ver con aspectos verdaderamente íntimos y personales.
V: Valor / Talento: Una marca personal es capaz de aportar una propuesta de valor. Es decir, ofrece algo que es útil a otros. Algo tangible que se apoya en su talento y en sus fortalezas. De
esa manera, una marca personal permite ocupar un lugar en la mente de
las personas (ya sean clientes, colaboradores, jefes, etc.) y es
reconocida y asociada a algo en la que es referente. Es decir, aporta un
alto valor en un aspecto muy específico, tangible, concreto. Algo con
nombre y apellidos.
Por ejemplo, somos capaces de identificar para qué sirve algo tan
simple como una maleta o un bolígrafo. Aunque pudiéramos darle otros
usos, es fácil reconocer su utilidad. Sin embargo, si trasladas esta
cuestión a ti mismo, como profesional: ¿para qué vales?¿en qué eres
útil?, verás que no es tan sencillo dar una respuesta. Si continuamos con el mismo ejemplo, dicha maleta o el bolígrafo,
son, además, los objetos que mejor cubren su función (parece obvio
pensarlo), por lo que, llevado al terreno de las personas, podríamos
decir que cuando una persona define muy bien su utilidad (su valor), en
cierto modo, ese valor le confiere cierto estatus de expertise en dicha
materia.
C: Creíble / Confiable: Una marca
personal debe generar confianza, es decir, una experiencia y un
recorrido asociado al éxito, a excelentes resultados y a
profesionalidad. Todo ello genera credibilidad. Tenemos la certeza de
que se puede contar con esa persona.
Dos son los elementos que permiten generar confianza y credibilidad a un profesional de manera sostenible en el tiempo: Los logros obtenidos a lo largo de su trayectoria empresarial y la transparencia y la ética con los que los ha llevado a cabo.
V: Visibilidad: Una marca personal
debe ser visible a otros. Es decir, se debe mostrar y exponer para que
otros la puedan visualizar y reconocer. De no ser así, poco menos que no
existe, nadie la puede encontrar. Para ser visible se debe servir de diferentes canales, tanto físicos
como virtuales, como por ejemplo; Encuentros, Congresos o Redes
Sociales.
P: Posicionamiento: El
posicionamiento de una Marca Personal está relacionado con ocupar un
lugar en la mente de sus clientes o colaboradores. Ellos deben asociarla
a algún tipo de actividad concreta y, además, tener un concepto alto de
ella a ese respecto.
Por ejemplo, si pienso en alguien para pintar mi casa, en seguida
viene a mi cabeza el nombre del profesional que sé que hará un gran
trabajo, entre otras cosas, porque sé que desarrolla muy bien su trabajo
(Valor), que es un profesional del que me puedo fiar (Confiable), ya
que en el pasado me ha satisfecho mis expectativas, y, finalmente, es un
profesional que se preocupa por mantener el contacto con sus clientes,
por lo que me ha añadido como contacto en Facebook, donde puedo ver muy a
menudo los trabajos que va haciendo para otras personas (Visible).
ELEMENTOS DE APOYO
Tras los elementos esenciales, analizaremos otros conceptos que sirven para apoyar el desarrollo de los anteriores, como son:
Tras los elementos esenciales, analizaremos otros conceptos que sirven para apoyar el desarrollo de los anteriores, como son:
R: Realidad: Toda Marca Personal
necesita un marco de referencia. Necesita conocer el entorno en el que
se desenvuelve, pues el escenario y el contexto condiciona. No es lo mismo trabajar determinado tipo de servicios especializados en una ciudad grande que en una zona rural.
Por ejemplo, si quieres ser un referente en peluquería y estética
canina, lógicamente, deberás estar en un entorno físico en el que esa
propuesta de valor tenga cabida. Tal vez en ciudades con un importante
número de personas sensibilizadas con este tipo de servicios y con
capacidad para poder pagarlos. De ese modo, la marca personal debe ser diseñada de acuerdo al
entorno en el que quiere operar y a la realidad que le rodea (factores
sociales, económicos, tecnológicos, culturales, …).
D: Diseño: Una Marca Personal
requiere de una estética homogénea, reconocible y singular. Todo aquello
que rodea a esa Marca está impregnada por una determinada forma de
hacer, una apariencia común en sus elementos que hacen identificar
inmediatamente a quién pertenece ese “sello”, ese estilo propio. El diseño no comprende exclusivamente a elementos gráficos, sino que
abarca, del mismo modo, aspectos como la forma de relacionarse e
interactuar con las personas del entorno, el estilo comunicativo, la
forma de vestir, etc. En definitiva, hay una relación muy directa con la imagen que esa
marca personal proyecta al exterior y que es fácilmente reconocible por
otros.
T: Tecnología: Una Marca Personal
debe servirse de la tecnología para tener mayor proyección y alcance. De
hecho, sin tecnología no se puede competir. Como señalábamos en el anterior post,
se produce un efecto curioso y contrapuesto, de tal forma que, por un
lado, la tecnología es la que da plataforma al talento para alcanzar su
máximo potencial y, al mismo tiempo, necesitamos una base de talento
para poder manejar la tecnología y sacarle todo el partido que puede
ofrecernos.
Se estima que, en los próximos años, no van a existir el 47% de los empleos actuales, debido a la tecnología. El trabajo no estará allí. Gran paradoja: Mientras, en la actualidad, el trabajo manual ha perdido valor y la tecnología sustituye a la persona en el puesto de trabajo, debemos diferenciarnos poniendo el foco en ser más “Artesano + Autor + Original” con la tecnología como plataforma de desarrollo y de expansión. Curioso, ¿verdad? Un trabajo más artesanal y singular que necesita de la tecnología como plataforma en entornos en los que la tecnología no pueda sustituirte. Uhmmm¡¡¡ Todos preparados para ser Artesanos 3.0.!!!
Tras conocer los elementos que conforman una Marca Personal, en el siguiente post veremos un Esquema de 5 pasos para desarrollar tu mejor versión. Estate atento…