lunes, 26 de marzo de 2018

SI ERES FORMADOR... PROCURA NO TRABAJAR CON ESTAS EMPRESAS



Hace tiempo escuché la frase de que tenías que seleccionar a tus clientes. La verdad es que no me quedó muy claro aquella afirmación. Años después la entendí cuando tuve que lidiar con determinadas empresas, si es que se les puede llamar así.



Obviamente, no voy a decir nombres de empresas. Simplemente voy a dar características de empresas con las que no conviene trabajar, si eres un formador autónomo.  Algunas de las características con las que suelen afrontar una contratación de un freelance suelen ser estas:

1.     Lo primero que te preguntan es por el precio: De acuerdo, es una empresa y hay que ganar dinero. Pero no a cualquier precio. Si solo te preguntan por el precio, o lo primero que te preguntan es por el precio, que se enciendan las alarmas.
2.     No te preguntan por los métodos con los cuales enseñas o entrenas. Simplemente les preocupa: que se llenen una serie de horas, con un grupo de personas, en un momento dado.
3.     Sobre todo les preocupa la forma (el PowerPoint, los bolígrafos, la sala…) en definitiva, importa más lo que se ve ,que lo que se transmite.
4.     No evalúan la formación. Ni siquiera preguntan, ¿qué tal ha ido? Una vez más, solo les preocupa llenar una serie de horas en un momento dado.
5.     No te hacen partícipe de la evaluación, si es que la llevan a cabo. No les interesa invertir ni un minuto más, salvo que sea muy barato para ellos.
6.     A la hora de pactar el precio, siempre te dicen que no pueden pagar más. Pero rara vez explican por qué. Planteadles la posibilidad de trabajar a porcentaje, verán como enseguida dicen que no. Rara vez comparten información sobre lo que van a ganar ellos.
7.     En Grupo BLU pagamos, dependiendo de nuestros clientes, entre 50% y 60% a nuestros colaboradores. Al fin y al cabo, los formadores son los que te puede dejar bien, como empresa y te puede dejar muy mal, como empresa.

En una ocasión me llamaron de una empresa de formación en la que me ofrecían impartir clases de negociación a una multinacional del sector del motor al increíble precio de 20 € la hora. Las sesiones eran de hora y media y fuera de la ciudad de Madrid. Cualquiera podrá entender que con estos precios no interesa trabajar. Lo que más me sorprendía era que buscaban a otra persona puesto que la profesora de negociación que tenían no había dado muy buenos resultados. Y encima les sorprendería. Como dicen en Estados Unidos: Si pagas con cacahuetes ,tendrás monos.


Si trabajas con empresas excelentes, llegarás a tener resultados excelentes. Si trabajas con empresas poco profesionales, tendrás resultados poco profesionales puesto que tendrás un desarrollo poco profesional. Elige a tus clientes y tu desarrollo será mucho mejor. Mucha suerte.



 

Guillermo Sánchez Prieto

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lunes, 19 de marzo de 2018

Aquí no hay conflictos. Aquí dedicamos tiempo a conocernos

Aquí no hay conflictos. Aquí dedicamos tiempo a conocernos

La frase, no es mía. La frase es de ángel, director del colegio Padre Piquer. Una escuela considerada modélica que puede presumir de serlo. La afirmación se pronunció en la presentación del libro de César bona con gran afluencia de público. En pocas palabras, se condensaba uno de los principios que evitan y resuelven grandes conflictos. Estamos refiriendo a la ignorancia sobre la persona y su circunstancia.



El hecho de conocer al otro y su circunstancia ayuda a explicarnos comportamientos que consideramos negativos en la otra parte. Explicaremos con un ejemplo verídico. En una empresa hay un colaborador que huele mal. Su olor corporal comienza a ser pestilente. Los comentarios van y vienen. La gente comienza a evitar su compañía, como es comprensible. Su responsable directo, estaba dispuesto a comenzar una regañina. Su estrategia de modificación de conducta cambió cuando conoció la circunstancia de su subordinado. Aquel hombre olía mal porque tras un serio conflicto de pareja, se vio forzado a abandonar su hogar Y vivir en su coche. Sus condiciones de higiene eran verdaderamente difíciles. Ese era el motivo de porque olía mal. A partir de entonces la conversación cambio, se evita el conflicto y se reconduce la situación. Todo por conocer al otro.

Ortega y Gasset afirmaba aquello de “yo soy yo y mi circunstancia”. Tú no eres solo tú, sino también el momento en el que te encuentras y la circunstancia en la que te hallas. ¿ Conoces la circunstancia del otro? ¿No te explicas el porqué del comportamiento de la otra persona? Evitar conflicto y afronta el problema. No asumas, conoce la circunstancia del otro.

Para poder conocer la circunstancia del otro lado más apropiado que preguntar. Pregunta primero y afirma después, nunca al revés. Si lo primero es inferir lo segundo será acusar. La próxima vez que tengas un conflicto con otra persona intenta conocerle un poco más procura no inferir



 

Guillermo Sánchez Prieto




lunes, 12 de marzo de 2018

“LAS VISITAS NO MOLESTAN, PERO ENTRETIENEN” O CÓMO SER ASERTIVO PARA SER EFECTIVO


Un humilde ebanista, de un pueblo de Toledo llamado Consuegra, era un personaje popular en su localidad. Su taller céntrico era un lugar de paso para muchos vecinos. Al ser un personaje de gran simpatía todo el mundo pasaba por allí saludaba y más de uno iniciaba la conversación. Más de uno, también impedía que Dionisio llevase acabo su tarea. Día tras día recibía, con menos agrado cada vez, las visitas de sus convecinos. Cada día salía más tarde su trabajo. Decidió poner fin a este estado, con una sencilla medida. Tomó un gran tablón de madera en el que con su cincel escribió: “ las visitas no molestan, pero entretienen”. De esta manera daba a entender que le agradaba saludar a sus amistades pero que cuando se trabaja hay prioridades.

Inventar una excusa no es la mejor manera, ni es muy asertiva, pero puede ser lícito.  Sin embargo, muchas veces podemos sentir culpabilidad después de mentir, o lo que es peor, incluso, nos pueden pillar.

Cuando tienes claridad sobre los objetivos que has de conseguir, el resto es algo accesorio. Lo cierto es que eso lo sabes tú, pero no tus visitas, sean telefónicas, presenciales o electrónicas. Dicho de otro modo, las personas que pasan por tu despacho no saben si para ti es prioritario o no comentar el último chisme de la oficina o el partido de fútbol de ayer. Precisamente, la asertividad es una capacidad que se revela esencial para poder manifestar esta prioridad sin crear conflictos. Ser una persona asertiva brinda la oportunidad de ser una persona efectiva.








Cuando veas el peligro del compañero de trabajo con ganas de conversación, cuando tú no la tienes, puedes emplear cualquiera de estas seis medidas:

  1. Utiliza el humor. Cualquier chiste que se te ocurra, de buen gusto, puede ser una forma de cortar el paso con elegancia y respetarte a ti y a tu agenda. Esta técnica es especialmente útil cuando el asunto que te traen no es relevante ni urgente.
  2. Convoca una reunión. Si ves que es un asunto serio y quieres darle un espacio y un tiempo convoca una reunión con esa persona.
  3. Explicar por qué no puedes. Decía el torero “lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible” Pues eso. Si tienes un motivo poderoso empléalo, sin duda.
  4. Seguir a lo tuyo. Puede ser otra posibilidad, aunque un tanto descortés, que también funciona. Sigue atento a tu pantalla del ordenador o a tus papeles.
  5. Exagera un poco. El típico “estoy hasta arriba de trabajo” también puede ser un recurso lícito, un tanto falaz, pero justificable en un momento dado.

Que las visitas invadan tu despacho será posible si tú se lo permites. Feliz asertividad, feliz efectividad.




 

Guillermo Sánchez Prieto

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