lunes, 9 de abril de 2018

CÓMO NEGOCIAR CUANDO ERES FORMADOR FREELANCE



Por lo general cuando uno se dedica a la formación, como formador es posible que acepte lo que el cliente le dice sin más. Pero el objetivo de este post es intentar corregir esa tendencia natural a decir que sí a todo lo que exige el cliente. 



Para empeorar las cosas caemos en la torpeza de negociar solo un elemento, el precio. Los que nos dedicamos a la negociación sabemos que jugárselo todo a una carta es arriesgado. Por eso, es mejor negociar sobre la base de distintos elementos. Lo que exponemos aquí es precisamente una lista de elementos con los que “jugar” a la hora de negociar tus servicios como formador o formadora.

1.      El precio: Obviamente es lo que a casi todos nos preocupa. Procura que sea objetivo, basado en: precio de mercado, clientes anteriores, máximos y mínimos que hayas cobrado… Cualquier elemento que refleje el precio es competitivo y sobre todo justificado.
2.      Materiales: ¿Los pones tú los pone la empresa? En caso de ser así puedes plantearte hacer descuentos… O no.
3.        Fecha de pago. Este es un elemento que solemos olvidar. Al negociar no olvides acordar una fecha de pago. Se supone que según la ley de pagos no se deben tardar más de 60 días en pagar, ley que muchas empresas y proveedores incumplen de manera sistemática sin pudor alguno. Cuanto más cerca estés de haber impartido la formación a lo mejor puedes hacer algún descuento, y subir el precio si se aleja mucho del pago de la fecha de formación.
4.     Días partidos o días consecutivos. No es lo mismo dos jornadas de cuatro horas de formación que una jornada de ocho horas de formación. Puede parecer nimio, pero el hecho de tener que desplazarte dos veces un mismo sitio también consume tiempo y recursos. Al final todo suma. Puedes plantearte hacer un descuento en función de si son días consecutivos o días separados. Como consultor o formador tu principal recurso es tu tiempo, no lo regales porque sí.
5.     Cuando te piden un descuento… Pregunta por qué. Suele ser habitual que ciertas organizaciones, como por ejemplo colegios mayores, aducen ser  organizaciones  sin afán de lucro. La táctica está clara: dar pena. La contra táctica también: vuestros proveedores de teléfono, luz, agua… ¿También os hacen un descuento?

Los precios están bien puestos. Si realmente crees en ellos no los rebajes. De la misma manera que te contratan por dinero te dejarán de contratar también por dinero. Cuando encuentren un formador más barato se olvidarán de ti. No lo olvides tú.




 

Guillermo Sánchez Prieto

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