Tengo la impresión de que muchos formadores abusan del PowerPoint. Tengo también la impresión de que muchos otros no saben impartir una formación si no tienen un PowerPoint. Vaya por delante que me parece una herramienta fantástica y muy útil y que, sobre todo, yo soy el primero que lo utiliza. Sin embargo, creo que se abusa y se depende del PowerPoint.
Es una herramienta estupenda porque ahorra tiempo, permite personalizar los contenidos para los asistentes a la formación, facilita el seguimiento de la información y sobre todo, el formador piensa en impartir la formación y no tanto en acordarse de lo que tiene que decir. Personalmente, mis diapositivas no son las mejores, tampoco me preocupa excesivamente, pues me preocupan más los asistentes y los contenidos.
Por el contrario, tiene sus desventajas, como por ejemplo: impartir la formación al PowerPoint y no a los formandos; cansar la vista, puesto que pueden llegar a ser muchas horas mirando; o depender excesivamente de esta herramienta hasta el punto de no poder impartir la formación sin ella.
En muchos ámbitos de formación no se concibe llevar a cabo una acción formativa sin un PowerPoint. Recientemente, en una prestigiosa escuela de negocios, le comentaron a una profesora que iba a impartir una conferencia, —¿cómo vas a hablar más de una hora con solo ocho diapositivas? —Le preguntaron extrañados. Recientemente junto a un colaborador, al que le entrenaba en formación, le pregunté cuál sería una de las primeras acciones para llevar a cabo la formación y por supuesto la respuesta fue: hacer el PowerPoint.
Lo que motivó escribir este post no fue aquella situación, sino los comentarios positivos en más de una ocasión, tanto en el ámbito universitario, como en el ámbito empresarial, por no haber utilizado PowerPoint. En la universidad hace años que no empleó un PowerPoint en la asignatura de negociación y eso que se imparte en inglés. No obstante, todos los años cuando pido feedback (ver el post “prueba esto con tus estudiantes y verás que pasa”), más de uno recalca como algo positivo no usar el PowerPoint.
Si te dedicas a la formación, te animo a que lo pruebes. Intenta no utilizar el PowerPoint. No es necesario utilizarlo como tal. Démosle la categoría que se merece, es un mero apoyo con el cual, la formación, no ha de ser necesariamente mejor.
Guillermo Sánchez Prieto
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