lunes, 28 de mayo de 2018

LA EDUCACIÓN EN LA SOMBRA O ¿CÓMO EDUCAR MÁS ALLÁ DE LOS APUNTES?


Como ya se sabe educar no es algo exclusivo de los docentes, pues realmente estamos, todos, constantemente educando con nuestras acciones cotidianas. Para explicar el título me centraré en el mundo de la docencia.

Los grandes docentes no solo enseñan conocimientos, sino valores, actitudes, como pensar (que no qué pensar), a ser sinceros con uno mismo y a querer aprender. En definitiva, nos ayudan a ser persona, pues ellos mismos son ejemplos a seguir.

A la hora de preparar una clase siempre se tiene en cuenta lo que se va a decir, pero muy pocas veces se tiene en cuenta de cómo se va a decir. El cómo no es solo utilizar PowerPoint, dictar apuntes, usar videos… El cómo es todo lo que se hace y dice antes, durante y después de las clases, es la sombra del docente, pues siempre está pero pocas veces nos preocupamos por ella. O como se llama oficialmente, el currículo oculto, tema ampliamente tratado por Henry Giroux, uno de los teóricos más reconocidos de la pedagogía crítica en Estados Unidos.


Los alumnos, sin importar la edad, se fijan e imitan mucho la parte menos académica. Por eso el currículo oculto es tan importante. Porque es todo aquello que perciben los alumnos, las opiniones políticas; el ser puntual o no; el modo de mantener el orden; cómo gestionan los conflictos con estudiantes; la manera de dar feedback e incluso, cómo se comportan los docentes fuera del recinto escolar.

Por eso, los docentes, deben ser personas que hayan revisado su sombra, una persona consciente de cómo actúa y sobre todo, alguien congruente con lo que quiere transmitir. Porque una de las maneras de aprendizaje más antiguas y más naturales del ser humano es la imitación. Debemos ser ejemplos a imitar, no a evitar. Así que cada vez que crucemos un semáforo en rojo, debemos ser conscientes de que estamos educando.


 



Ignacio Sánchez Portillo

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lunes, 21 de mayo de 2018

CURRÍCULUM VITAE: IMAGINACIÓN AL PODER.


El recurso más escaso no es el oro ni el tiempo. En el tiempo en el que vivimos el recurso más escaso es la atención de las personas. Una de las principales características de un buen currículum vitae es, precisamente, que llame la atención. Si no conseguimos que nuestro curriculum tenga ese efecto es como si no existiese. 

Hace unos días, en Elche, impartiendo un programa de emplehabilidad de la Escuela de organización Industrial me topé con algo realmente curioso. El currículum vitae que vemos en las imágenes. Un curioso “folleto” en el que vienen explicados ,y muy bien resumidos, la trayectoria, capacidades e intereses de esta joven que se define como futura zoologa.







Una de las principales ventajas de este tipo de currículum es que ahorra mucho tiempo a quien lo lea y desde luego que no pasa desapercibido. Luis Puchol, Catedrático de la Universidad Pontificia Comillas, decía que las características que un currículum tenía que cumplir eran las del acrónimo AIDA; llamar la atención, provocar interés en leerlo, suscitar el deseo de contactar con la persona e impulsar a la acción. 

Puede ser, que luego esta chica no consigan su objetivo final. En cualquier caso, lo que sí puedo afirmar es que tiene muy claro cuál es su objetivo y de momento consiste en que la llamen para una entrevista. Quien piense que un currículum vitae es un medio para conseguir un empleo se está equivocando de principio a fin. El objetivo de un currículum ha de ser conseguir una entrevista, nunca un trabajo. Eso, vendrá después. 




 

Guillermo Sánchez Prieto


                                        

martes, 8 de mayo de 2018

EL HORROR DE AUSCHWITZ O PORQUÉ HAY QUE ENSEÑAR ORATORIA


Una exposición sobre Auschwitz en Madrid reflejaba a la perfección el horror de sus internados. Las penurias, penalidades y castigos por los que tuvieron que pasar, no se pueden resumir en un solo adjetivo. Durante la exposición se explicaban, y se explican, los métodos de tortura, los trabajos forzados y las condiciones “de vida” de las personas que no eran tratadas como tales. Al final de la exposición, llegaban los testimonios de personas que explicaban porqué habían decidido contar  todo aquel horror que pasaron y que vieron. El testimonio de una mujer me llegó especialmente cuando explicaba cómo resolvió el dilema personal de convertirse en altavoz del horror de aquella localidad polaca: “Si tú no hablas de ello, la siguiente persona tampoco hablará de ello” esas eran, traducidas del inglés sus palabras. Este testimonio, al hacerme sentir, me hizo reflexionar.

El testimonio de aquella mujer, valiente, me hizo darme cuenta del valor de la enseñanza de la oratoria: enseñar a contar cosas para que no vuelvan a pasar esas cosas.




Si no enseñamos cómo contar “cosas” es probable que esas cosas no se cuenten. Hasta ahora nunca hemos enseñado a contar cosas, al menos en España, donde como mucho hemos enseñado a repetirlas. Saber contar cosas supone entenderlas para después contarlas. Si no enseñamos a contar cosas es probable que ni siquiera se hagan preguntas en clase, que no se quiera intervenir en una junta de vecinos o ni siquiera se pueda plantear una solución en una empresa. 

Hay muchos otros horrores en nuestra sociedad que no son Auschwitz pero que se llaman violencia de género, suicidio, abuso infantil, drogadicciones... Que hay que contar y sobre las que hay que hablar. Cosas sobre las que no hablamos abiertamente y que continúan sucediendo. Por eso, si no enseñamos a contarlas, nadie las contará y seguirán sucediendo.

Por eso, tenemos que enseñar oratoria en los colegios. Por eso, tenemos que enseñar a comunicar y para que las sociedades progresen, además de tener ideas hay que saber contarlas.



Por eso, desde Grupo BLU organizamos y promovemos la oratoria en el ámbito escolar, para conseguir esa voz. El próximo Torneo de Debate  que organiza Grupo BLU será el II Torneo de Debate Ciudad de Fuenlabrada el día 11 de mayo. 

 


 

Guillermo Sánchez Prieto