Hola. Sean todos muy bienvenidos. Por favor, sentaos, relajaos y disfrutad de
la lectura. Mi editor, Guillermo Sánchez Prieto, me pide contribuir con algunos pensamientos
sobre tres de mis libros de los que se formó una muy buena opinión como para
traducirlos y publicarlos.
Debido a la próxima publicación de mi libro sobre habilidades de estudio, comenzaré con eso. Pero antes de empezar, me gustaría agradecer a Guillermo y todo su equipo por un trabajo duro. Aprecio su fe en mis esfuerzos y les deseo grandes éxitos en todas sus aventuras.
Debido a la próxima publicación de mi libro sobre habilidades de estudio, comenzaré con eso. Pero antes de empezar, me gustaría agradecer a Guillermo y todo su equipo por un trabajo duro. Aprecio su fe en mis esfuerzos y les deseo grandes éxitos en todas sus aventuras.
Éxito universitario en 119 consejos fue una idea sencilla pero compleja de organizar
y agrupar. Está basada en tres creencias fundamentales:
Primera:
conforme continúas haciendo algo, te vuelves mejor en eso. Cometes menos errores,
eres más eficiente, y disfrutas más. Personalmente, yo estudié en cuatro
universidades distintas obteniendo tres títulos distintos. Y con el tiempo aprendí
muchos atajos y trucos para alcanzar resultados excelentes.
Segundo: trabajar más duro no significa automáticamente una mejor experiencia de
aprendizaje. Muy a menudo quiere decir justo lo contrario. El estudiante al que
se le presenta una lección como algo fácil de seguir y entender, es más
probable que aprenda esa lección más rápidamente y más detalladamente que en
una en la que tengan que trabajar duro para completarlo. Sí, algunos materiales
son más difíciles que otros de comprender. Pero es (o debería ser) trabajo del
docente encontrar la manera para que el material más difícil sea más fácil de
entender y dominar.
Y
tercero: la educación debería ser divertida. Incluso aprender una materia
difícil debería ser divertido. Aprender es una actividad muy natural. Casi
todos los animales en la naturaleza son máquinas de aprendizaje: aprenden de la
experiencia, la observación y del ensayo y error. A las personas les gusta
aprender, así que ¿por qué tendrían que necesitar un libro como el mío para explicar
formas fáciles para aprender en la universidad?
Es
debido a que la mayor parte de los estudiantes cuando llegan a la universidad
ya han perdido el amor por aprender. Se les ha presionado con exámenes y con
fechas tope. Se les ha aburrido hasta la extenuación con el cansancio y la
repetición. Y sobre todo, han visto su inteligencia insultada con reglas
innecesarias, requisitos ridículos y un montón de trabajo sin sentido. Se les
ha sobrepasado con aprendizajes absurdos y materiales que no inspiraban, presentados
por educadores que no inspiraban.
Y por
favor no me entendáis mal; no quiero enfatizar demasiado. Hay miles de
educadores verdaderamente sobresalientes en cualquier lugar. Pero también hay
demasiados docentes que deben trabajar en otros sitio para llegar a final de
mes. Las prioridades de los gobiernos hacen que sea imposible para los colegios
pagar lo suficiente de manera que tienen que trabajar en otro lugar. Y
demasiada parte del tiempo y energía que podrían ser decicados a mejorar la calidad de su
enseñanza, se ven ensombrecidos por una ingente cantidad de burocracia
exigente sobre informes de desempeño y asistencia a seminarios “educativos” así
como numerosos formularios, archivos y tonterías. Bien, supongo que tú en las
trincheras, sabrás de lo que estoy hablando.
En
esta luz, mi texto sobre la reglas sencillas está diseñado para ayudar a los
estudiantes a superar el casi inherente tedio de la educación moderna. Y
ayudarles a conseguir una educación real para su compromiso, energía y
esfuerzo.
Doctor Alan Cirlin
De la mano de Grupo BLU, Alan Cirlin visitará España del 17 al 23 de abril. Si quieres que el Doctor Cirlin visite tu centro o institución, contacto con nosotros en info@blugrupo.com o llamando al
657845569
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In this light, my simple rules text is designed
to help students overcome the almost inherent mindless tedium of modern
education and to enable them to get a real education for their
commitment, energy, and effort.
ENGLISH VERSION
Hello, hello . . . You are all very welcome. Please
sit back, relax, and enjoy the read. My Publisher, Guillermo Sánchez
Prieto, asked me to contribute a few thoughts about three of my books which he
thought highly enough of to have translated and published. Since my study
skills text is just being released, I’ll begin with that. But before I
start, I would like to thank Guillermo and his entire staff for all of their
hard work. I appreciate their faith in my efforts and wish them tremendous
success in all things.
Simple Rules for Success in College. It was a
simple idea but a complex undertaking to compile and organize. It was
based on three fundamental belief:
First, as you keep doing something, you get
better at it. You make fewer mistakes, become more efficient, and enjoy
yourself more. I studied at the four different universities for nine years,
earning three degrees. And over that time I learned a lot of short cuts and
easier ways to achieve top quality results.
Second, Working ‘harder’ does NOT automatically mean
a better learning experience. Quite often it means the exact opposite.
The student who is presented a lesson which is easy to follow and easy to complete,
will likely learn that lesson more quickly and more thoroughly than one they
have to grind their way through to finish. Yes, some materials are more
difficult to comprehend than others. But it is (or ought to be) the job of the
teacher to find a way to make that difficult material easier to understand and
to master.
And third, Education should be fun. Even
learning the difficult material ought to be fun. Learning is a very
natural activity. Almost all animals in nature are learning machines: They
learn from experience, observation, and trial and error. People like to learn,
so why should they need a book like mine to explain ways to make college
easier?
It’s because by the time most kids get to college
they have had the love of learning beaten out of them. They’ve been
stressed and pressured by testing, and deadlines. They’ve been bored to tears
with dullness and repetition. And they’ve had their intelligence continually
insulted by needless rules, ridiculous requirements, and nonsensical busy work.
They have been overwhelmed with rote learning methods and uninspired
educational materials presented by uninspired educators.
And please don’t get me wrong; I don’t want to
overstate my case. There are thousands of really outstanding educators
everywhere you go. But you’ve also got too many teachers who must work
two jobs just to make ends meet. Government priorities make it impossible for
schools to pay them enough so they can raise their families. And too much of
the time and energy they can devote to the quality of their teaching, is
syphoned off by a rising tide of bureaucracy demanding assessment reports and
attendance at ‘educational’ workshops, and the completion of innumerable forms,
files, and foolishness. Well, you in the trenches know what I’m talking
about.
Doctor Alan Cirlin