1. No hacerlo. No intentarlo es el primer error. No
esperes a que te caiga del cielo. Un colega y amigo se enfadó cuando le
concedieron un aumento de sueldo. El motivo del enfado se debió a que cuando se
lo solicitó a su jefe este le dijo en seguida: de acuerdo.
2. No pedir una cantidad concreta o un porcentaje
determinado. Pones a tu jefe en un doble problema. Primero el hecho en sí. Segundo el que tiene que calcular cuánto. Dáselo resuelto y conforme a un criterio
objetivo.
3. No sustentarlo en datos. Es normal que te pregunten
por qué. No valen argumentos baratos. Si no tienes una evidencia es que a lo
mejor no tienes claro si te lo mereces.
4. Enfadarte si no lo consigues. Si aceptas las reglas
del juego tienes que saber perder. Puede que el año que viene lo consigas o que
lo pospongas hasta la consecución de determinados objetivos. Pero no desesperes
si te dicen que no.
5. No distinguir entre objetivos y metas. Si te
planteabas un aumento de 100 euros pero consigues 50 ¿Has fracasado? Desde
luego que no, has conseguido un aumento y sabes que es un buen aumento. Tu
meta: aumento de sueldo; tu objetivo: 100€. Ten claro hasta dónde puedes llegar a
bajar.
6. No dar las gracias. Podrían no haberlo hecho y te
pueden poner mil excusas. A poco que consigas y que te concedan muestra tu agradecimiento.
Guillermo Sánchez Prieto |
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